23.5.16

"Flow."

Imagen: Jean-Michel Basquiat.

"La vida social supone, en efecto, innumerables e infinitesimales coerciones, represiones, repudios de la sensibilidad, miles y miles de aplastamientos y ocultamientos de su potencia de expresión (plano estético), pero también miles de ínfimas vergüenzas, compromisos o cobardías que ofenden nuestra «concepción particular de la vida» (plano ético). No se puede comprender la concepción de la libertad de Bergson sin mensurar ante todo hasta qué punto el sistema de la vida social se opone en nosotros a toda forma de expresión (estética o ética). Uno está impedido de actuar libremente solo en la medida en que primero está impedido de expresar plenamente. Por eso la libertad, en Bergson, no es tanto una libertad de acción como una libertad de expresión y de creación. Ciertamente, Bergson no cesa de hablar de «acto libre». Pero actuar, no es ejecutar una acción, es ante todo expresar o crear. El hombre que actúa libremente es ante todo aquel que expresa lo que hasta entonces no había podido serlo, habida cuenta de las exigencias de toda clase que pesaban sobre él. La libertad es una creación de sí mismo por sí mismo y el hombre libre es análogo a un artista o a un moralista superior. «Somos libres cuando nuestros actos emanan de nuestra personalidad entera, cuando la expresan, cuando tienen con ella esa indefinible semejanza que se encuentra a veces entre la obra y el artista».

"Potencias del tiempo." - David Lapoujade.

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