Imagen: "Fusilamientos del 3 de mayo de 1808" de Goya, editada por un anónimo.
"Se abre entonces una oscuridad interior, la cálida cuna del alma, y se empieza a fijar la patria perdida, el tiempo de la existencia informe, la indeterminada efusión inicial del hontanar, bajo el cual duerme el pretérito de los ascendientes con los sueños de la selva virgen. ¡Tienta, pues, oh alma, yerta, revuelve ciegamente en las termas saciadas de los inocentes instintos aurorales! Te conozco, ala medrosa, nada es más urgente para ti, ninguna cosa es más alimento, bebida y sueño para ti, que el regreso a tus comienzos. Las olas murmuran a tu alrededor y entonces tú eres ola; murmura el bosque y tú eres bosque; ya no hay más un afuera y un adentro. Vuelas, eres un pájaro en el aire; nadas, eres un pez en el mar; absorbes la luz y eres luz; saboreas la oscuridad y eres oscuridad. Caminamos, alma, nadamos y volamos y sonreímos y volvemos a anudar con delicados dedos del espíritu los hilos rotos; y dichosamente resuenan las destruidas vibraciones. Ya no buscamos más a Dios. Somos Dios. Somos el mundo. Matamos y morimos juntamente, creamos y resucitamos con nuestros sueños. Nuestro sueño más hermoso es el cielo azul; nuestro sueño más hermoso es el mar; nuestro sueño más hermoso es la noche iluminada por estrellas; y es el pez, y es el sonido claro y alegre, y es la luz clara y alegre: todos son nuestros sueños, cada uno de ellos es nuestro sueño más hermoso. Acabamos de morirnos para convertirnos en tierra. Acabamos de inventar la risa. Acabamos de poner en orden una constelación.
Suenan voces, y cada una de ellas es la voz de la madre. Susurran los árboles, y cada uno de ellos ha susurrado sobre nuestra cuna. Las calles se abren como estrellas, y cada calle es el retorno a casa."
"Cuentos maravillosos; Una sucesión de sueños." - Hermann Hesse.
"Se abre entonces una oscuridad interior, la cálida cuna del alma, y se empieza a fijar la patria perdida, el tiempo de la existencia informe, la indeterminada efusión inicial del hontanar, bajo el cual duerme el pretérito de los ascendientes con los sueños de la selva virgen. ¡Tienta, pues, oh alma, yerta, revuelve ciegamente en las termas saciadas de los inocentes instintos aurorales! Te conozco, ala medrosa, nada es más urgente para ti, ninguna cosa es más alimento, bebida y sueño para ti, que el regreso a tus comienzos. Las olas murmuran a tu alrededor y entonces tú eres ola; murmura el bosque y tú eres bosque; ya no hay más un afuera y un adentro. Vuelas, eres un pájaro en el aire; nadas, eres un pez en el mar; absorbes la luz y eres luz; saboreas la oscuridad y eres oscuridad. Caminamos, alma, nadamos y volamos y sonreímos y volvemos a anudar con delicados dedos del espíritu los hilos rotos; y dichosamente resuenan las destruidas vibraciones. Ya no buscamos más a Dios. Somos Dios. Somos el mundo. Matamos y morimos juntamente, creamos y resucitamos con nuestros sueños. Nuestro sueño más hermoso es el cielo azul; nuestro sueño más hermoso es el mar; nuestro sueño más hermoso es la noche iluminada por estrellas; y es el pez, y es el sonido claro y alegre, y es la luz clara y alegre: todos son nuestros sueños, cada uno de ellos es nuestro sueño más hermoso. Acabamos de morirnos para convertirnos en tierra. Acabamos de inventar la risa. Acabamos de poner en orden una constelación.
Suenan voces, y cada una de ellas es la voz de la madre. Susurran los árboles, y cada uno de ellos ha susurrado sobre nuestra cuna. Las calles se abren como estrellas, y cada calle es el retorno a casa."
"Cuentos maravillosos; Una sucesión de sueños." - Hermann Hesse.
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