Imagen: Ni la puntita. Créditos al autor.
"Después de un rato, el estrépito fue amainando gradualmente hasta quedar todo en el mayor silencio, por lo que Alicia levantó la cabeza, un poco alarmada. No se veía a nadie por ningún lado, de forma que lo primero que pensó fue que debía de haber estado soñando con el león y el unicornio y esos curiosos mensajeros anglosajones. Sin embargo, ahí continuaba aún a sus pies la gran fuente sobre la que había estado intentando cortar el pastel. Así que, después de todo, no he estado soñando -se dijo a sí misma...- a no ser que fuésemos todos parte del mismo sueño. Sólo que si así fuera, ¿ojalá que el sueño sea el mío propio y no el del Rey rojo! No me gusta nada pertenecer al sueño de otras personas -continuó diciendo con voz más bien quejumbrosa como que estoy casi dispuesta a ir a despertarlo y ¡a ver qué pasa!"
"A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado." - Lewis Carroll.
"Después de un rato, el estrépito fue amainando gradualmente hasta quedar todo en el mayor silencio, por lo que Alicia levantó la cabeza, un poco alarmada. No se veía a nadie por ningún lado, de forma que lo primero que pensó fue que debía de haber estado soñando con el león y el unicornio y esos curiosos mensajeros anglosajones. Sin embargo, ahí continuaba aún a sus pies la gran fuente sobre la que había estado intentando cortar el pastel. Así que, después de todo, no he estado soñando -se dijo a sí misma...- a no ser que fuésemos todos parte del mismo sueño. Sólo que si así fuera, ¿ojalá que el sueño sea el mío propio y no el del Rey rojo! No me gusta nada pertenecer al sueño de otras personas -continuó diciendo con voz más bien quejumbrosa como que estoy casi dispuesta a ir a despertarlo y ¡a ver qué pasa!"
"A través del espejo y lo que Alicia encontró al otro lado." - Lewis Carroll.
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